martes, 26 de marzo de 2013

Huir

Peregrinar puede ser una buena idea... encontrar el camino en el Camino... bucear en mis miserias, navegar en busca de un antiguo yo más noble, más honesto, en definitiva, un yo mejor. Está claro que no soy un santo, ni lo era, pero indudablemente tenía un potencial más benévolo.


La tarde se suavizaba, la brisa era más leve, el calor había remitido y los inquilinos de las mesas que me rodeaban habían cambiado varias veces sin apenas darme cuenta, absorto como estaba en estas ideas.
"Huir", esa es la otra palabra, apartarse de alguien o de algo deprisa para alejarse de un peligro o una molestia. Huir, sí... pero a dónde. ¿A hacer qué?
- No, huir es inviable, descartado.
Son muchos los factores que hacen que no sea una buena opción, aunque apeteciera. El dónde, el cómo, el qué... y además está él, no podría alejarme más físicamente, y tampoco prolongar las ausencias temporales, no sería justo para él, pero tampoco lo sería para mi, además de hacer todo más insufrible.
- ¡No! Descartado.

Había que afrontar esos asuntos, y empezar de cero.

Ideas desordenadas, pensamientos variopintos sobre problemas igual de diversos.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Revisión


Siete años hacía ya que había abandonado mi primer puesto de trabajo, al que le había dedicado cinco años. Tiempo lleno de vivencias, experiencias personales y obviamente profesionales.
La idea de volar en solitario llevaba tiempo rondando por mi cabeza, y en ello había puesto mis metas futuras.
Trabajar para otro no estaba mal, eran buenos tiempos, sueldo aceptable, sin quejas al respecto, al fin y al cabo los gastos eran mínimos, todo se destinaba al ahorro, un ahorro de plan de futuro... casa, hogar, familia...

Pero eso era historia pasada.

El camino de emprendedor comenzó bien, fueron tres años de muchas ilusiones, de mucho trabajo y de algunos beneficios. Todo estaba cubierto, gastos, nóminas, caprichos, viajes, obligaciones... Al comienzo del cuarto año la situación cambia, no es igual, no hay el mismo volumen de trabajo, ni de negocio... la crisis...
Pero mi mente y mis sentidos estaban en otros asuntos, mi mente dejó de ser pragmática, no lo vi venir, no tomé las medidas oportunas y mis fuerzas y mi voluntad eran absorbidas.

Cuerpo y mente en una lucha constante, agotadora, contra celos, egos heridos, caprichos... un tira y afloja continuo.
Soportando lo insoportable.
Una caída en picado hacia sitios impensables, ilógicos hasta la fecha, nada recomendables... toqué fondo.

Y quizás lo merecía.

Ni personal ni profesionalmente avanzaba, y el estancamiento duraba ya otros tres años.

Peregrino


Peregrino: Viajero que visita lugar sagrado por motivos religiosos.



En esa definición estaba concentrado y era motivo de reflexión mientras estaba en aquella pequeña terraza al borde la playa.


"Three fifty", se oía al camarero en ese inglés aprendido a base de bocadillos, cervezas y refrescos.


El llanto de un niño también constituía parte de la banda sonora ambiental, se negaba a irse de la playa y su madre se empeñaba en limpiar los restos de arena de sus pies en las duchas habilitadas a la salida, a apenas diez metros de donde me encontraba.


Música, R&B....


Y si conseguía aislar todos esos ruidos que nos envuelven cotidianamente, y prestaba atención, podía oir también el ruido del mar, de las olas rompiendo contra la orilla, un oleaje suave y constante, perenne...



La tranquilidad es un término relativo. Visto de fuera podría parecer una tarde apacible, soleada, hermosa, digna de disfrutar, de brisa suave y tibia, que hacía ondear la verde bandera que indica que el baño es apto, y que hacía que el sol que se colaba a través de la sombrilla fuera un magnífico cargador de energía.


Pero mi mente era otra cosa... la antítesis de lo que el entorno propiciaba. No paraba de ir de un asunto a otro, de un problema a otro problema mayor.


Las campanas de la iglesia indicaban que eran las cuatro de la tarde, que el tiempo iba pasando, minuto a minuto y que la fecha de partir se aproximaba. Había que resolver algunos asuntos antes de emprender la peregrinación, asuntos cuyas implicaciones llevaba demasiado tiempo valorando, sopesando... y ninguna era de mi agrado.